Nadie sabe qué es, ni qué forma tiene.
Una mirada, un gesto, una sonrisa.
Puro magnetismo.
La tienes o no la tienes.
Según Emilio Varelos, nariz de Loewe, el buen perfume es suave y limpio para que no aburra, para que uno se sienta cómodo con él. Porque el perfume es para uno mismo, no para el resto. Definitivamente, con esta nueva fragancia, la emblemática marca española lo confirma.
Aura es una fragancia puramente femenina, que está inspirada en ese algo que atrae y hace únicas a las musas. Ese intangible que poseen sólo algunas, que las convierte en íconos y modelos a seguir, es el aura. No se sabe qué es. Puede ser un gesto o simplemente una sonrisa. Pero ese no sé qué es lo que inspiró a Loewe en esta ocasión.
Se trata de un eau de parfum floral y amaderado. Entre sus componentes cuenta con notas de pimienta rosa, bergamota, grosella y hojas de violeta. Su corazón es íntegramente floral, donde el jazmín sambac absoluto y el narciso absoluto se funden en la rosa Otto, que es el aroma que más se siente en el resultado final. El toque amaderado lo dan el sándalo de Australia y el cedro de Atlas, que conviven con el néctar de frambuesa y una nota de piel Loewe característica de la casa, que trabaja con fragancias ricas en productos naturales.
Según su creador, todas las partes de un perfume tienen que tener
coherencia: color, frasco, publicidad. En este caso se tiene que
transmitir ese magnetismo. Aura está representado por Linda Evangelista,
ícono indiscutido y musa de Loewe. Linda luce una chaqueta de piel y el
famoso bolso Amazona, ambos emblemas de la firma. Y su frasco homenajea
la tradición de Loewe, desde la tapa (inspirada en el tapón de la
fragancia L2) hasta la etiqueta de piel nude, que evoca los más de 160
años de la casa.
Se puede conseguir en las perfumerías Juleriaque (expertas en fragancias) en sus tres formatos. También un body lotion. Ya saben, el aroma es más duradero cuando la piel está hidratada.
Ayer, en una tarde repleta de esencias, Varelos nos contó todo esto (y más) sobre el mundo de las fragancias, especialmente de Aura. Y hoy, nosotras llevamos ese no sé qué en nuestra piel.
K.
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