Por eso, me puse a ver, nuevamente, todas sus obras. Dibujos, pinturas y esculturas, con un estilo único que la caracteriza, envuelven los espacios de sus amigos y familiares; así también como el ciberespacio. Su Facebook cuenta con fotos de la mayoría de sus creaciones. Cada una con comentarios positivos y decenas de likes.
Muchas surgen por trabajos de la facultad (estudia Artes Visuales en la Universidad del Museo Social Argentino). Otras, simplemente de momentos de ocio que comienzan con una birome y una hoja blanca, y terminan en una verdadera obra original. También están los pedidos especiales de sus amigos. Nadie quiere quedarse sin su Peralta Ramos original.
Es más, hace unos años, en Pinamar, se copó tanto con los dibujos que hasta los hombres le pedían tatuajes que ella hacía con una lapicera y un poco de inspiración. ¿Quién sabe? Tal vez, en un futuro, vemos su faceta de tatuadora.
Pero, por ahora, haciendo honor a su apellido, Marina demuestra que las artes plásticas son lo suyo.
K.
Marina en plena acción. |
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