jueves, 18 de octubre de 2012

Ay, ay, ay Grey!

Empecé a leer la novela de la que todo el mundo habla: Cincuenta sombras de Grey, de E. L. James. Y si bien por ahora leí solamente los primeros cuatro capítulos del primer libro, quiero decir que me encanta. 
Yo me pregunto, ¿es posible sentirse tan atraída hacia un personaje de una novela? Porque debo admitir que el personaje de Christian Grey tiene cierto encanto y, por la forma en que lo describe la autora, debo decir que es el típico hombre con el que me engancharía. Nadie puede negar que los hombres lindos, poderosos, controladores y misteriosos son irresistibles. Especialmente cuando se trata de alguien que sabés que no es la mejor opción para que ocupe un gran lugar en tu mente. Pero todos sabemos que cuánto más prohibido, más atractivo. 
Está bien, todavía no llegué a la parte hot de la historia, pero algo me dice que después de devorarme esta saga, voy a salir en busca de un Sr. Grey. Y ya que estoy, confieso que me siento un poquito identificada con el personaje de la inocente Anastasia Steele
Me adelanto y felicito a la autora. No sé si es el mejor libro del mundo, pero por lo menos me mantiene entretenida en mis eternas horas de trabajo.
K.

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