Hace poco más de un año le dediqué un lugar en mi blog a este artista, cuando estaba exponiendo en el Palais de Tokyo; y hasta hace unos pocos días lo tuvimos en uno de nuestros museos más lindos, con una selección de obras históricas, principalmente de los años 60. Una muestra concentrada en las experiencias cinéticas en torno a la luz con casi veinte instalaciones que implican luces, espejos y elementos mecánicos.
Un quiebre que busca la participación del espectador activo. Desde el pequeño laberinto a oscuras con placas metálicas hasta los juegos luminosos en el techo, cada una de sus obras es hipnótica.
Si no tuvieron la posibilidad de ir al MALBA a ver Le Parc Lumière, vayan a ver la colección permanente, que cuenta con piezas del artista que no tienen ningún desperdicio. Y, ya que estamos, les adelanto que a fin de mes seguimos con uno de los grandes del arte argentino, con una muestra a puro Berni.
K.
No hay comentarios:
Publicar un comentario