Daria de Beauvais, la curadora, decidió hacer una monografía para demostrar esa actualidad que identifica a Le Parc. Sus obras, a pesar de haber sido realizadas hace varios años, parecen nuevas. Muchos de los móviles que forman parte de la exposición fueron realizados en nuestro país. Y, aunque el artista reside en Francia desde 1958, es todo un mendocino.
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| Julio Le Parc, © Photo : André Morin |
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| Julio Le Parc, © Photo : André Morin |
Todas las obras de Le Parc tienden a lo mismo: ver, sentir, buscar el porqué y el cómo, encantarse con esa magia que lo caracteriza. Esculturas y pinturas conforman una colección de más de cincuenta años.
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| Julio Le Parc, © Photo : André Morin |
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| Julio Le Parc, © Photo : André Morin |
La última sala de la exposición en el Palais de Tokyo es ideal para descargarse. Cuenta con un inmenso juego de puching-ball que invita a golpear a las diferentes figuras autoritarias: un militar, un sacerdote, un padre, un jefe y un juez. También hay un juego de dardos que permite elegir al enemigo.
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| Julio Le Parc, © Photo : André Morin |
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| Julio Le Parc, © Photo : André Morin |
Igualmente, Julio Le Parc (así se llama la muestra), no es la única exposición. Dynamo: un siglo de luz y de movimiento en el arte. 1913-2013, es la exhibición que incluye a más de 140 artistas, algunos jóvenes que recién arrancan, y otros ya consagrados.
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| Julio Le Parc, © Photo : André Morin |
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| Julio Le Parc, © Photo : André Morin |
Le Parc es un artista que prefiere quedarse afuera del molde. Experimenta con efectos ópticos producidos por la luz y el movimiento; y muchas veces invita al espectador a relacionarse con las obras.
K.
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