Entre todos los derechos que garantiza la Constitución Nacional Argentina, están los que se relacionan directamente con la libertad de prensa: publicar las ideas propias sin censura previa, y publicar todo aquello que tenga interés público sin malicia.
Vivimos, no en un país, sino en un mundo en el que la libertad de prensa está en problemas. El Estado debe garantizar este derecho, no negarlo; y cada vez son más las regiones afectadas.
Agresiones físicas y verbales amenazan a periodistas considerados revolucionarios u opositores al Gobierno de turno. No sabemos cuándo empezó, ni cuándo terminará; sólo sabemos que es parte del retrato de un mundo en el que la violencia es protagonista.
La UNESCO entregó el premio a la Libertad de Prensa a la periodista etiope Reeyot Alemu, quien se encuentra encarcelada desde el 2011, cumpliendo una condena de cinco años. "Les pido que hagan lo que puedan para detener esta opresión a la prensa", pidió la ex columnista de Feteh, en una nota que leyó Alana Barton de la Fundación Internacional Femenina de Prensa (International Women's Media Foundation).
Hoy, 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, luchemos por la no censura. Informantes e informados, porque a todos nos afecta.
K.
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