jueves, 25 de abril de 2013

Surrealismo de moda

Después de rendir mi primer parcial de Culturas Contemporáneas puedo decir dos cosas: primero, que doy por terminada mi primera tanda de parciales y estudio (por lo menos por un mes); y segundo, que estoy cada vez más copada con el arte. Romanticismo, barroco, vanguardias... Definitivamente es una de las áreas que más me gusta. Ni hablar cuando hablamos de la combinación ARTE + MODA.

Salvador Dalí

Hace unos días publiqué un post sobre la vuelta de Christian Lacroix en un homenaje a Elsa Schiaparelli y, haciendo un breve repaso de la historia de la diseñadora, nombré al grandísimo Salvador Dalí. Sí, el excéntrico pintor trabajó mucho con ella. Y si no hubiese sido por la revista Harper's Bazaar, creo que no lo hubiese sabido. Conocía el trabajo de Schiaparelli, pero no estaba al tanto de la dupla que formó con Dalí. 

Lobster Dress

Este personaje muy particular es reconocido por más que sus pinturas surrealistas que incluían relojes derretidos, desiertos y hasta una imagen de Jesús. También colaboró en el mundo de la moda y la fotografía. Junto a Elsa Schiaparelli diseñó el famoso Lobster Dress (un vestido blanco con el dibujo de una langosta) y el Shoe Hat (un sombrero con forma de zapato). Toda esa espontaneidad tan característica de la escuela surrealista no podía quedar únicamente plasmada en los cuadros, por eso Dalí quiso ir más lejos. Participó en el diseño de frascos de perfume y creó el famoso Costume for the year 2045 junto a Christian Dior.

Harper's Bazaar. Septiembre 1935

Pero ese no es el fin de Dalí en el mundo de la moda. Realizó varios trabajos para la revista Harper's Bazaar. Sus portadas se encuentran entre las mejores, y sus fotografías también tuvieron su espacio (al igual que sus diseños).

Dalí y Gala junto a L'Instant Sublime. 1939

Sus fiestas eran alocadas y super excéntricas, y a ellas asistían los personajes más famosos de la epoca. Causó escándolos inolvidables en grandes hoteles y se comportaba como un niño. Sobre todo cuando se encontraba con Gala, su gran amor. Muchos decían que Dalí era Gala dependiente. Era tan grande el cariño que le tenía, que sin ella no podía vivir. Y el mundo artístico no podía vivir sin su locura permanente. 
K.

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